Del daño al trabajo


Del daño al trabajo

Ayer una amiga me contó que a su hijo de 13 años tres jóvenes de la misma edad –aparente- le robaron la bicicleta y el teléfono celular, una situación llena temor, impotencia y lamentable. Sucedió en Uruguay, pero hace un mes a las 7 am, a mi madre un joven también le intentó robar su bolso, ella se defendió a como pudo y finalmente ese muchacho huyó sin cumplir su cometido. Así vemos que historias similares se repiten no importando la ciudad o el país, nuestra sociedad se ve envuelta por unos pocos que buscan hacer el daño, invadiendo el espacio y la vida de otros. En ninguno de los dos casos los resultados fueron fatales –no siendo así en otros momentos que se lamentan las pérdidas de vidas por un hecho que no se debe permitir- y como se ha dicho otras veces “lo material se repone, vendrán cosas iguales o mejores”.

Hoy a las 7 am la experiencia fue otra, ver a un individuo trabajando para la Municipalidad barriendo nuestras calles, cuando su compañero de trabajo pasó por donde yo estaba le dije:
-Que bueno ver a un joven trabajando.
Él me respondió:
-Si, tiene 21 años
El ver a esta persona trabajando honradamente cuando otros están esperando la oportunidad para hacer un delito, sin duda es un acto de admiración.

Del daño al trabajo el camino es corto, está en uno escoger el correcto, para bien personal, de su familia y de una sociedad.


San José, Costa Rica. 19 de mayo de 2010.
© alex molina..

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